Fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares… Con estos síntomas uno puede pensar que está siendo afectado por el ataque de un virus o una bacteria. Pero, ¿cuál es cuál? ¿Se tratan de la misma manera? Conocer las respuestas a estas preguntas es muy importante, porque poco tienen que ver los unos con los otros. Te explicamos cómo combatir a los virus y las bacterias.

¿Cómo combatir a los virus?

Para saber cómo combatir los virus, lo primero es identificarlos. Cuando hay malestar, no se debe dar por sentado que se sufre un virus o un ataque bacteriano. Hay que tener la certeza y para eso hay que pasar por el médico. Él sabe diferenciar las pequeñas sutilezas que determinan si se trata de un virus. También está al corriente de los casos que se están dando, lo cual puede indicarle si hay un contagio masivo entre la población. Y, si hay dudas, puede solicitar un análisis completo que le muestre con claridad qué ocurre.

Una vez identificado que se trata de un virus, hay que ponerle remedio con los medicamentos adecuados. En muchas ocasiones, el mismo cuerpo es el medicamento y lo único que se puede hacer es fortalecerlo y aliviar los síntomas. En el caso de los virus más agresivos es necesario un medicamento o vacuna con material genético bloqueador que le sirva al cuerpo para identificarlo y detenerlo en alguna de sus etapas.

Los virus son material genético semivivo que se adhiere a una célula y pone en marcha un mecanismo de infección para aprovecharse de la capacidad de replicación que le ofrece su huésped. Una vez en marcha, es imparable, salvo que los mecanismos de defensa del cuerpo lo detecten y lo aíslen o desactiven antes de que destruyan más y más células.

¿Cómo combatir a las bacterias?

El caso de las bacterias es muy diferente. Al tratarse de organismos vivos unicelulares se pueden combatir con cierta facilidad a partir de antibióticos. El tratamiento suele ser rápido, efectivo y barato, porque en muchos casos es común a distintos tipos. Sin embargo, la batalla contra las bacterias no está ni mucho menos ganada. Existen algunos tipos especialmente complicados que podrán causar graves problemas e incluso la muerte.

Si las bacterias nocivas o que han iniciado una reproducción descontrolada no se tratan a tiempo, podrían colonizar el cuerpo o alguna de sus partes y resultar intratables. Otro problema son las bacterias multirresistentes, que no responden al antibiótico. Generalmente, sobreviven por selección natural, se reproducen en gran manera y son difíciles de erradicar.

Existe un problema más, por lo que se debe pasar siempre por el médico. Es que los antibióticos también destruyen a las bacterias buenas, descontrolando el organismo. La automedicación puede ser tan dañina como la misma enfermedad, ya que debilita al cuerpo cuando más fuerte debe estar.

Ahora que sabes cómo hay que combatir los virus y las bacterias, queremos recomendarte que acudas al personal médico si te sientes mal. Estos profesionales están preparados para identificar las causas de una enfermedad y suministrar el tratamiento adecuado. También es conveniente que acudas con mascarillas Triomed, que previenen contagiar y ser contagiados por la mayoría de los patógenos aéreos.

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