Las mascarillas quirúrgicas para niños son igual de efectivas que las de los adultos. La única diferencia entre unas y otras es el tamaño. Son más pequeñas para que se ajusten perfectamente a su cara y no queden huecos. Pero, si son buenas para los adultos, son aún mejor para los más pequeños, te explicamos por qué.  

Beneficios de las mascarillas quirúrgicas para niños

Como te expresamos al inicio, las mascarillas quirúrgicas para niños tienen la misma composición y diseño que las de los adultos. Por lo tanto, presentan los mismos beneficios, algunos de los cuales son especialmente útiles en el caso de los más pequeños.

Ajuste

Los niños son por naturaleza más inquietos y es más difícil que mantengan la mascarilla en su lugar. Este problema se minimiza con el uso de mascarillas quirúrgicas, que se ajustan perfectamente a sus rostros gracias a las cómodas gomas elásticas. También contienen una pinza metálica para una colocación perfecta en la nariz.

Comodidad

La comodidad también es especialmente importante en los niños. Tienen una piel más fina e irritable y los materiales deben ser especialmente suaves, como ocurre con las quirúrgicas.

Comunicación

Es normal que los niños hablen mucho, forma parte de su desarrollo. Si se dan cuenta de que no se les escucha bien, lo más probable es que se la quiten. Al ser materiales finos, se mantendrá una comunicación fluida y se sentirán más entendidos que con modelos diferentes.

Respiración

Los niños se mueven mucho, se cansan y tienen una respiración rápida. Es necesario utilizar mascarillas que les permitan respirar con fluidez y que no les cree sensación de ahogo. Las mascarillas quirúrgicas son de las mejores en ese aspecto.

Protección

Las mascarillas quirúrgicas ofrecen una protección muy elevada en comparación con las sanitarias o las lavables. Sus tres capas de tejido actúan como barrera ante la entrada de partículas infectadas por diferentes virus, bacterias y otros patógenos.

Pero el peligro no es solo que los niños se contagien, también lo es que puedan contagiar a otros si son portadores asintomáticos. Este tipo de mascarilla también evita que la mayoría de las micropartículas que salen de su boca o nariz queden suspendidas en el aire. Algo muy importante cuando los pequeños van a visitar a los abuelos, a personas vulnerables o a hospitalizados.

Tipos de mascarillas quirúrgicas para niños

Los tipos de mascarillas quirúrgicas que se han creado para niños siguen las mismas pautas que las de los adultos (puedes ver nuestro post Tipos de mascarillas ¿Cuáles son tus opciones?). Su resistencia, ligereza, suavidad y capacidad para respirar cómodamente se mantienen en ambos casos. Estas son sus especificaciones:

Mascarillas quirúrgicas tipo I

Son muy efectivas, con una protección microbiana BFE ≥95 % y una resistencia a la respiración <40 Pa/cm2. Además de la indicación del tipo I, deben señalar que cumplen con una de estas normativas: EN14683:2019 o EN14683:2005 o ASTM F2100 (USA) y la directiva 93/42/EEC.

Mascarillas quirúrgicas tipo II

Son las más seguras, ofreciendo una protección microbiana BFE ≥98 % y una resistencia a la respiración de <60 Pa/cm2. Comparte la misma normativa que la anterior, pero se indica que son de tipo II.

Mascarillas quirúrgicas de tipo IIR

Ofrecen la misma protección que las anteriores. Además, resisten salpicaduras catalogadas como ≥16 kPa, la unidad que expresa la capacidad de penetración que tienen una salpicadura en los tejidos. Algo muy útil en el caso de los más pequeños.

Estas son las razones por las que las mascarillas quirúrgicas para niños son especialmente recomendables. Se sentirán a gusto con ellas y les protegerán contra multitud de microbios, tanto a ellos como a las personas vulnerables que puedan tener a su alrededor.

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