Nos somos lo que comemos, somos los microbios que alimentamos. Los científicos nos dicen que el 50 % de nuestro cuerpo son bacterias. Es decir, estamos formados por un superorganismo en el que se combinan células humanas y microbianas. El resultado es el de una serie de comunidades presentes en un microbioma. Desde Triomed te explicaremos con sencillez qué quiere decir esto.

El microbioma: la prueba de que somos microbios

El microbioma es la prueba de que somos, por lo menos en gran parte, una comunidad de microbios. Este término se refiere a todas las comunidades de microorganismos del cuerpo humano, como las bacterias, los hongos, los virus, organismos eucariotas y protisas). En esta definición también entra todo lo relativo a ellos, como su genética, el entorno que crean y el ambiente en el que viven. Lo habitual es encontrar diferentes tipos en todo el sistema digestivo, en el sistema respiratorio, en los órganos reproductores y en la piel.

¿Por qué decíamos antes que somos los microbios que alimentamos? Porque existen grandes diferencias entre unos seres humanos y otros en cuanto al tipo y la cantidad. Hay varios factores determinantes en cómo son nuestros microorganismos y, por tanto, en el comportamiento del cuerpo. Entre estos estarían la genética, la herencia y la alimentación.

  • La genética. Los genes determinan cómo se van a desarrollar algunos microorganismos en nuestro cuerpo.
  • La herencia. El paso por el canal de parto o la lactancia materna aportan un elevado número de microorganismos que son beneficiosos para el bebé.
  • Los hábitos. Nuestros hábitos de limpieza, de vida y de alimentación marcarán la cantidad de microbios que tenemos y su salud.

¿Cómo influye el microbioma en nuestras vidas?

Los análisis realizados hasta la fecha muestran que los microorganismos influyen en nuestra vida hasta el grado de controlar nuestra salud. Las bacterias del estómago, por ejemplo, se encargan de descomponer los alimentos y hacer posible la nutrición. Otros microorganismos forman el sistema inmune, evitando algunas enfermedades y luchando contra otras. Algunos estudios preliminares indican que estos seres microscópicos controlan en parte nuestro estado de ánimo o algunas alergias respiratorias.

Pero no todos los microorganismos que se encuentran en el cuerpo son siempre beneficiosos. Por ejemplo, hay algunos microbios que cumplen una función imprescindible cuando están en su lugar, pero son perjudiciales cuando pasan a otro. Es decir, algunas bacterias que son necesarias en cierta parte del sistema digestivo podrían ser dañinas en otr. Lo mismo ocurre si, por una enfermedad autoinmune o por una adquirida, algunos microorganismos desaparecen o cambian sus funciones.

Por último, aunque solo representan un 1% de nuestro microbioma, están los microbios oportunistas o nocivos. Provienen del exterior y, por lo tanto, no forman parte del complejo sistema del cuerpo humano. Son peligrosos porque pueden destruir a otros organismos necesarios, suplantarlos e incluso infectar células. Ya que en una gran parte somos microbios, es importante cuidarlos. Los hábitos saludables y la protección ante los dañinos son básicos para no enfermar. Los productos Triomed están especialmente diseñados para eliminar estos microorganismos dañinos. Por ejemplo, nuestras mascarillas no solo evitan la entrada en las vías respiratorias de los patógenos, también los elimina cuando entran en contacto con su superficie. Utilízalas siempre que exista posibilidad de contagio.