Que una variante del COVID-19 detectada en África haya pasado a ser la dominante en el mundo en un periodo de tiempo inferior a un mes, hace pensar que se trata de la mutación de un virus más contagiosa que ha existido. ¿Puede que ómicron sea el virus con la propagación más rápida de la historia? Todos los estudios hacen ver que sí, por lo menos desde que se tienen datos fidedignos del seguimiento de una enfermedad infecciosa. 

 

¿Por qué es ómicron el virus de propagación más rápida de la historia?

Es posible que la afirmación de que ómicron es el virus de propagación más rápida de la historia parezca un tanto precipitada, pero lo cierto es que el análisis de los datos habla por sí mismo. En menos de un mes desde su detección se ha convertido en la variante principal. Roby Bhattacharyya, experto en enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts (EE. UU.), deja claro por qué se puede decir que realmente supera a otras enfermedades en capacidad de contagio. 

El doctor Bhattacharyya toma como ejemplo el virus del sarampión, uno de los más contagiosos que se conocen. Explica cómo este es capaz de contagiar a 15 personas que no tienen vacuna en un periodo de 12 días. En el caso de ómicron, la capacidad es mucho más alta: 216 casos en el mismo periodo. «Con las condiciones actuales, un sencillo modelo de crecimiento exponencial todavía mostraría 14 millones de personas infectadas en 60 días a partir de un único caso, en comparación con las 760.000 con sarampión en una población sin defensas específicas», concluye.

El médico e historiador Anton Erkoreka también aporta datos interesantes sobre este asunto. Haciendo referencia a infecciones por bacterias como la peste negra del siglo XIV o al cólera del XIX, explicó que eran necesarios años para un contagio mundial. En el caso de la “gripe rusa”, de 1889, hicieron falta tres meses para un contagio a nivel mundial. Sin embargo «la variante ómicron ha batido su récord de expansión».

 

¿Cómo protegerse de ómicron?

Otro dato que llama la atención sobre esta mutación es la facilidad con la que se contagia. Personas que han tomado las mismas medidas de protección que fueron efectivas ante las primeras variantes del COVID-19 se han contagiado. Las mascarillas reutilizables o las higiénicas son útiles, pero su eficacia en este caso es más baja. Hasta la vacuna presenta limitaciones frente a la expansión del virus ómicron, aunque probablemente si parece reducir la gravedad y muchas muertes por esta mutación. 

Mientras se investiga y se observa el desarrollo de la enfermedad, la mejor manera de evitar los contagios es utilizar las medidas de protección más efectivas e intensificar la higiene. El distanciamiento social siempre que sea posible es otra forma de disminuir los riesgos.

Podemos decir que ómicron es el virus con la propagación más rápida de la historia. Las mascarillas de Triomed poseen un compuesto de alta eficacia antiviral y antimicrobiana. Aunque no elimina por completo el riesgo de contraer algún tipo de infección, sí ha demostrado ser más segura que las mascarillas quirúrgicas convencionales.

 

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