Muchas de las infecciones por microorganismos se producen por los aerosoles. Al estornudar o toser, el cuerpo expulsa millones de micropartículas que impactan directamente sobre las superficies o quedan suspendidas en el aire. Los centros de trabajo, especialmente los hospitales y centros de salud, son vulnerables a los contagios. Por eso, es imprescindible utilizar mascarillas de protección en el trabajo.

La importancia del uso de mascarillas de protección en el trabajo

Los centros de trabajo son muy propensos a la transmisión de enfermedades por vía aérea. Al estornudar, toser o hablar, los microbios son expelidos al exterior. Se pueden mantener en las partículas en suspensión desde unos pocos minutos hasta varios días, dependiendo del tipo. Esto hace especialmente importante el uso de mascarillas, junto a otros sistemas de circulación y filtrado del aire.

Las mascarillas de protección en el trabajo minimizan notablemente los riesgos, especialmente si hay un programa de limpieza y desinfección del ambiente. Incluso en aquellos casos en los que las medidas sean insuficientes, las mascarillas siguen aportando una alta protección. ¿Por qué?

El uso de mascarillas en el trabajo evita aspirar las partículas en suspensión o dispersarlas, si se está contagiado. Con ellas puestas se puede controlar la exhalación de estas micropartículas y evitar la inhalación de las pocas que pudiese haber en el ambiente.

Tipos de mascarillas de protección en el trabajo

Cualquier mascarilla de protección en el trabajo es buena para evitar contagios, pero no todas son iguales. Algunas tienen características que las hacen más apropiadas para unos entornos laborales que otras.

Mascarillas reutilizables

Se realizan con la unión de varias telas y resultan económicas, ya que permiten su reutilización. Tienen una eficacia mínima del 90 %, siempre que respete el número máximo de lavados y se realicen siguiendo las instrucciones. Es una opción factible para quien trabaja al aire libre. Han de cumplir con la normativa UNE 0065:2020.

Higiénicas

Se trata de un tipo de mascarilla diseñada con TNT o tejido no tejido. Son de un solo uso y tan solo se pueden mantener por un número limitado de horas puestas. Su efectividad varía entre el 90 y el 95 % y son algo más económicas que las quirúrgicas.

Es la mascarilla que se debe utilizar, como mínimo, en los espacios cerrados, siempre que dispongan de medios de ventilación adecuados. Los talleres de automoción, fábricas y almacenes son algunos ejemplos. Deben cumplir con la normativa UNE 0065:2020.

Quirúrgicas

Están diseñadas con por lo menos tres capas de TNT o tejido no tejido. Dentro de este grupo las hay del tipo I, del tipo II y del tipo IIR, que ofrecen una protección por encima del 95 y del 99 % respectivamente. La efectividad es igual tanto en la inhalación como en la exhalación de partículas.

Son las más recomendadas para cetros de trabajo con espacios reducidos, como oficinas, así como aquellos en los que hay un trato directo con otras personas, como la hostelería, cajas de supermercados, atención al cliente… Las de tipo IIR son las adecuadas para el personal sanitario en general, ya que resisten las salpicaduras. Han de cumplir con la normativa UNE-EN 14683:2019.

FFP

Al igual que las anteriores, se fabrican con TNT. Son más densas y rígidas y están especialmente indicadas para aquellos que están en contacto con personas contagiadas. Sin embargo, no todas ofrecen el mismo grado de protección. Las hay de tres tipos: las FFP1, las FFP2 y las FFP3, siendo las FFP3 que es la única que garantiza protección por encima del 99 %.

Las mascarillas de protección en el trabajo que fabricamos son quirúrgicas y del tipo IIR, pero con una garantía adicional. Están tratadas de manera que no solo retienen las partículas infectadas, también neutralizan los patógenos. Para una mayor protección, utiliza las mascarillas TrioMed.

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